viernes, abril 28, 2006

Celle-ci n'est pas une competition

La galería Lucía de la Puente acogió el mes de abril la segunda exposición individual de Alice Wagner. A intervalos, estos días estoy revisando un texto amplio sobre la corta pero consistente trayectoria de la artista, redactado para un catálogo de próxima aparición. A modo de preámbulo del mismo, 'copy-pasteo' el documento con el texto de presentación que acompañaba la exhibición.

Tiempos suplementarios


En las pinturas de Alice Wagner, reproducir la trama de píxeles es una estrategia que le permite develar la configuración constitutiva de la imagen de las cosas bajo el ojo omnipresente del soporte digital. La suya es una persistencia pictórica de la mano de un neo-puntillismo que pertenece más a la era del computador que a la pintura europea de fines del diecinueve, aún cuando algunos presupuestos de ambas parecen por momentos cancelar los más de cien años que las separan.

Como a propósito de su primera individual fuera entonces destacado, este efecto digital hecho procedimiento técnico apunta a una parcial obliteración: un señalamiento que nos indica que si hay algo que pueda denominarse el sentido de una imagen -sea cual sea la naturaleza de la misma-, este no se funda única ni exclusivamente en el reconocimiento de lo representado. El filtro -o veladura posmoderna- que retícula la superficie del lienzo nos impone una distancia física y mental (real y virtual) ante la representación. Y es precisamente esa falta de nitidez la que le permite a la artista ampliar, en cierto modo, la resolución de su propuesta. Se trata sin duda de un ardid conceptual que es, en este caso, paradójicamente retiniano y anti-retiniano a un mismo tiempo.
Así, el conjunto de cuadros que Wagner nos presenta ahora parece sugerir que el tema estaría inicialmente fuera del ‘campo de juego’ de las artes visuales, pero quizá ello no sea más que una suerte de trompe-l'oeil.

La paráfrasis magritteana que se inscribe -aludiendo a la serie completa, creada a partir de fotografías de los Juegos Olímpicos de los años Setenta- desvía verbalmente el énfasis dado al enfrentamiento entre aquel único cuadro, obtenido con impresora láser sobre lienzo y el resto de superficies, pintadas a mano: no solo la calidad de imagen sino su ausencia de color, así como la actitud quieta y triunfalista de la atleta, se oponen al desenfoque generalizado, al cromatismo -en algunos casos incluso festivo- de los recuadros en las telas y a la sensación, en todas, de dinamismo que, en medio de una acción desplegada, estos no logran cancelar.

Pero adicionalmente a esta contraposición de técnicas y formas de producción visual, la frase alude -aún cuando por oposición- a una implícita contienda en pos de un lugar meritorio dentro de una disciplina específica, que aquí podría ser extensiva a cualquier otro campo profesional: aquél acopio de instrucción y aptitudes que coloquialmente denominamos carrera y que exige niveles de competitividad. Pero el énfasis aquí no apunta a una pugna contra otro, sino particularmente contra el tiempo y contra la presión que, en una sociedad como esta, el tiempo se acostumbra a imponer. Aquella que hace que cualquier acto placentero pueda tornarse extenuante, sin llegar a ser modificado sustancialmente.

Negar esa competencia es, acaso, negar una ‘carrera’ que anule el valor del tiempo perdido: la quietud, las horas muertas, las preguntas que se abren o la paciente espera de respuestas -incluso provisionales- para ellas. Y sería, por añadidura, apostar por dotar a todo esto finalmente de sentido.

Emilio Tarazona
Abril, 2006

Sobre la muestra antològica de J J Salazar

Incluyo aquí el texto de presentación que escribí para la muestra de Juan Javier Salazar, en la galería Pancho Fierro, del 4 al 23 de abril pasados.
Más adelante, vendrá una crónica exhaustiva de las peripecias en torno a ella.

Juan Javier Salazar: Super-Visiones
antes, durante, después (1978 – 2006)


“A lo que quiero llegar como ‘producto’ es a un estado emocional que se pueda cortar con las tijeras en el aire. Por eso mis exposiciones son siempre ‘exposiciones’: algo se expone, se arriesga. ”
Juan Javier Salazar
en entrevista con Jorge Villacorta, 1990.



Una mirada cabal a la propuesta visual de Juan Javier Salazar es una labor que podría resultar elusiva cuando no, simplemente insuficiente. Pero esto no se debe a la suma de sus proyectos no emprendidos, ni a la dispersión y fragilidad de varios otros, efectivamente realizados; sino a una actitud suya que convierte a ambas en inminentes secuelas que nunca le han preocupado demasiado: Las múltiples estrategias que componen esta propuesta se han producido a menudo a contramano de la experiencia estrictamente plástica. Así, el carácter a veces irresuelto y el desalineo o precariedad radical de los soportes de su trabajo –en diversas oportunidades señalados-, asumen de modo discrepante una entusiasta magnitud de propósitos trazados, que nos coloca ante todos ellos (o según el caso, sus vestigios) como ante un umbral que nos permite descubrir espacios que en su momento nunca fueron completamente habitados, pero cuya apertura, por parte del artista, ha contribuido a transformar y redefinir localmente los límites de la experiencia cultural.

No obstante, ese estatus de pionero que le otorga ahora una etapa de aceptación u oficialidad -y, al mismo tiempo, produce la admiración irrestricta de muchos artistas jóvenes-, no ha logrado perfilar hasta la fecha, para la mayoría de sus observadores, el sentido general de una puesta en práctica creativa que, con más de un cuarto de siglo a cuestas, permanece en corriente. Esto debido, en parte, a la opción de Salazar de no erguirse sobre su propia trayectoria -que la escena artística ha mirado primero con desinterés y luego con complacencia, cuando no con abierta desconfianza- ni procurar siquiera el acopio de su propia producción, a la que prácticamente deja a la deriva.

“El arte contemporáneo, más que objetos ha producido instantes” sostiene el artista, trayendo a la memoria creaciones suyas hoy inexistentes o perdidas, y comparando las que el tiempo y el descuido ha maltratado con una suerte de Camembert: allí cuando amenaza el deterioro, uno disfruta de su mejor momento.

Por otro lado, muchos de los objetos reunidos en esta compilación pueden considerarse en la actualidad, y con justicia, un hito: ellos han despertado la imaginación, dejando su impronta como un antecedente de experimentación dentro del arte peruano más reciente.
Miembro del grupo Paréntesis (1979) y el taller Huayco EPS (1980-81) -del cual finalmente se separa- el trabajo de Salazar ha fundado estrategias de circulación cuyo espectro abarca desde la tradicional exhibición en galerías hasta el comercio ambulatorio; y ha logrado con ello, producir objetos en serie -múltiples con ingeniosas variaciones- que le han dado una accesible ubicuidad adaptada a casi todas las economías. Pero, lejos de procurar mantener en ellos una afrenta opocisional, como una rabiosa arremetida contra el sistema, su obra postula una voluntad mágica, cultual y propiciatoria dirigida contra la falta de entusiasmo (o humor) y el derrotismo generalizados que la triste historia del país ha ido inoculando en nuestros conciudadanos por generaciones.

En este largo itinerario, el ánimo que signa su producción se ha convertido en una condición y una alternancia estética que hace de la precariedad un signo que puede extenderse a la condición extrema de un país que, como un desafío a sus carencias, se nutre vorazmente de la imaginación y de la fe.


Emilio Tarazona
Abril, 2006

lunes, abril 24, 2006

Diálogo en msn

Azar objetivo: aquí los nicknames no han sido modificados, aunque dan la impresión de alguien agobiado que consulta con un agorero. Es un fragmento de una conversación con un amigo a quien no veo hace meses y que hacía yo en Madrid. Lo encuentro en Nueva York, recorriendo museos. Espero George encontrarte pronto, nuevamente. Un abrazo.


(...)

aprendiz de brujo dice:
que quieres?
Lord of the Tormentos dice:
Sabes de libros que traten las principales problematicas de la estetica contemporanea
aprendiz de brujo dice:
mmmmm...
aprendiz de brujo dice:
la estètica es una palabra (y una idea) en desuso en el arte contemporàneo.. pero es una buena pregunta esa...
aprendiz de brujo dice:
quizà se me ocurre danto auqnue es apocalìptico...
Lord of the Tormentos dice:
no jodas
Lord of the Tormentos dice:
me parecia el concepto mejor para expresar las creaciones culturales de calidad artisticas
aprendiz de brujo dice:
teines razon, pero su sentidfo es totalmente otroLord of the Tormentos dice:
a ver....
aprendiz de brujo dice:
hay un libro sobre historia de la estètica...
aprendiz de brujo dice:
yo tengo uno pero deben de haber nuevos...
aprendiz de brujo dice:
no recuerdo el nombre del autor...
aprendiz de brujo dice:
la cosa es que en un momento la estètica era como un conjunto de normas... el imperio del canon (por asì decirlo)



Lord of the Tormentos dice:
ok
aprendiz de brujo dice:
y ahora eso es lo que el arte rechaza desde hace màs de un siglo...
Lord of the Tormentos dice:
claro
Lord of the Tormentos dice:
entonces seria mejor hablar de experienca estetica
Lord of the Tormentos dice:
y no de estetica
Lord of the Tormentos dice:
_
Lord of the Tormentos dice:
?
aprendiz de brujo dice:
creo que si
Lord of the Tormentos dice:
pero me llama la atención lo que dices de Danto
aprendiz de brujo dice:
o incluso dicen algo asì como pràcticas estèticas o propuesta estètica pero con un tono de autonomìa, como si se supiera que son varias estèticas, incluso una por cada artista o algo asì...
Lord of the Tormentos dice:
acaso hay otra perspectiva para abordar al arte contemporaneo que no sea la muerte del arte ?
Lord of the Tormentos dice:
claro
aprendiz de brujo dice:
mmm...
aprendiz de brujo dice:
claro que si existe...
aprendiz de brujo dice:
pero esas lecturas coquetean con la historia.. es una modalidad de la teorìa...
aprendiz de brujo dice:
pensemos por ejemplo en algunos libros de eco
aprendiz de brujo dice:
umberto
aprendiz de brujo dice:
apocalipticos e integrados
Lord of the Tormentos dice:
mmm
Lord of the Tormentos dice:
el de la historia del a belleza?
Lord of the Tormentos dice:
oe hermano
Lord of the Tormentos dice:
por que el mail ese?
Lord of the Tormentos dice:
el que me has mandado ahce un rato
aprendiz de brujo dice:
hay otro, menos conocido que se llaaamaaaa...
Lord of the Tormentos dice:
jajjaja
Lord of the Tormentos dice:
esa cara es buenasa


Error al recibir el archivo "P4210004.JPG" de Lord of the Tormentos.

Error al recibir el archivo "P4200035.JPG" de Lord of the Tormentos.

aprendiz de brujo dice:
me has mandado un archivo nuevo?
Lord of the Tormentos dice:
mmm
Lord of the Tormentos dice:
no
Lord of the Tormentos dice:

aprendiz de brujo dice:
te escribi hace un rato porque vi que me escribiste en el msn y luego te saliste, antes de conversar...
Lord of the Tormentos dice:
ok
Lord of the Tormentos dice:
si pues estaba leyendo tu libro
Lord of the Tormentos dice:
hace unas semanas
Lord of the Tormentos dice:
me gusto la claridad de tu estilo tio
aprendiz de brujo dice:
y?
Lord of the Tormentos dice:
daba gusto leerte
aprendiz de brujo dice:
merci beaucoup!
Lord of the Tormentos dice:
si tio en serio
aprendiz de brujo dice:
una amiga me dice que era entonces aun un poco enredado
aprendiz de brujo dice:
quiza hasta emotivo dirìa yo
Lord of the Tormentos dice:
mmm
aprendiz de brujo dice:
se nota que me emociona
Lord of the Tormentos dice:
la verdad es que
Lord of the Tormentos dice:
eres muy claro
Lord of the Tormentos dice:
pero
Lord of the Tormentos dice:
jajaj siempre el pero
Lord of the Tormentos dice:
como siempre, me imagino que donde resultas menos claro es cuando se mezcla el tema con la tematización de tus royos
Lord of the Tormentos dice:
personales
Lord of the Tormentos dice:



me dejo entender
Lord of the Tormentos dice:
supongo
aprendiz de brujo dice:
... creoq ue si...
Lord of the Tormentos dice:
es una intuicion
Lord of the Tormentos dice:
porque el libro no lo he liedo de comeinzo a fin
aprendiz de brujo dice:
todo es un poco `personal'
Lord of the Tormentos dice:
sino por partes
aprendiz de brujo dice:
hay cosas en relacion al anonimato que yo llevo a mi terreno...
Lord of the Tormentos dice:
claro , sí, pero el rumbo lo tienes un poco fijado en parte por la obra en cuestion y segundo por el esquema que vertebra la exposicion
aprendiz de brujo dice:
o tambièn sobre la cosa polìtica o la idea de poder foucaultiana
aprendiz de brujo dice:
a mi tambièn me gusta el libro
Lord of the Tormentos dice:
si man es bacan
aprendiz de brujo dice:
y ahora que lo veo a distancia
aprendiz de brujo dice:
creo que por mas que pueda corregir o cambiar cosas, no lo ahrìa
aprendiz de brujo dice:
porque esta como cerrado
aprendiz de brujo dice:
solo podrìa agregarle otro ensayo aparte o complementario, pero sin tocar nada allì...
aprendiz de brujo dice:
siento que es un registro de los dos años que me demorè en escribirlo...
Lord of the Tormentos dice:
mmm
Lord of the Tormentos dice:
me gustari mandarme en un proyecto asi
Lord of the Tormentos dice:
pero solamente puedo aguantar orden de 50 paginas
Lord of the Tormentos dice:
sabes...
aprendiz de brujo dice:
si cuesta
Lord of the Tormentos dice:
es jodido
aprendiz de brujo dice:
pero ese libro parece ordenado por que esta asì, impreso
aprendiz de brujo dice:
debias haberlo visto en los papeles o apuntes o en las pàginas e ideas sueltas en archivos de mi compu...
aprendiz de brujo dice:
hay partes inciales que fueron las ùltimas en redactarse...
Lord of the Tormentos dice:
eran un desasrte?
aprendiz de brujo dice:
no...
Lord of the Tormentos dice:
tonces
aprendiz de brujo dice:
solo que parecian ser demasiadas ideas pra un solo pàrrafo o capìtulo...

No se pudo entregar el mensaje siguiente a todos los destinatarios:
solo que parecian ser demasiadas ideas pra un solo pàrrafo o ca...

aprendiz de brujo dice:
alò?
Lord of the Tormentos dice:
si
Lord of the Tormentos dice:
que paso
aprendiz de brujo dice:
pensè que se desconecto la cosa esta
aprendiz de brujo dice:
digo que eran ideas distintas y no sabia como prdenarlas, cual primero cual despues...
aprendiz de brujo dice:
cual si cual no...
aprendiz de brujo dice:
cual me lleva a esta otra, cual no me lleva a ningun lado
aprendiz de brujo dice:
es una vaina, en realidad, porque cuando se escribe un libro hay que llegar a algùn lado...
Lord of the Tormentos dice:
claro
aprendiz de brujo dice:
los personajes de Samuel Becket siempre tuvieron problemas con eso
aprendiz de brujo dice:
y creo que a veces parezco un personaje de Beckett
Lord of the Tormentos dice:
nunca he leido ninguna novela de beckett
Lord of the Tormentos dice:
clao
Lord of the Tormentos dice:
la clave para escribir
Lord of the Tormentos dice:
escribir es como construir una pared
Lord of the Tormentos dice:
de ladrilos
Lord of the Tormentos dice:
en donde se construye ladrillo por ladrillo
Lord of the Tormentos dice:
concepto o idea por idea
aprendiz de brujo dice:
yo creo que segun el tiempo, lo primero deberìa ser escribir nomàs sin ningun propòsito...
aprendiz de brujo dice:
dejar soltar las ideas,, las intuiciones sin demostrar...
aprendiz de brujo dice:
todo
aprendiz de brujo dice:
y leer en paralelo cosas
aprendiz de brujo dice:
que ayuden a informarte sobre el tema
Lord of the Tormentos dice:
alucina que siempre me he anustiado cuando comienzo a escribir
Lord of the Tormentos dice:
porque desde el inicio pienso en el esquema , en el derrotero
Lord of the Tormentos dice:
y recien desde hace pocas semanas
Lord of the Tormentos dice:
que he estado escribiendo ideas sueltas
Lord of the Tormentos dice:
es más....mmmm...natural, menos forzado
Lord of the Tormentos dice:
es más facil ir de los oscuro a lo claro, que pretender lo claro sin tener qué alumbrar
aprendiz de brujo dice:
los esquemas siempre son una guia
aprendiz de brujo dice:
pero en realidad nunca se cumplen
aprendiz de brujo dice:
simplemente nos hacen sentir que vamos ordenando todo
Lord of the Tormentos dice:
claro
Lord of the Tormentos dice:
al final lo que importa es buiscar
Lord of the Tormentos dice:
buscar algo, lo que sea
Lord of the Tormentos dice:
pero estar en esa actitud
aprendiz de brujo dice:
si
aprendiz de brujo dice:
por otro lado, ahora tambièn el tiempo puede obligarte a cumplir el esquema, y eso es ya un poco aburrido pero !cuando no queda otra!...
aprendiz de brujo dice:
què se puede hacer?
Lord of the Tormentos dice:
soñar con poder escribir de un tiron
aprendiz de brujo dice:
no o plantearte cortas ideas por cada parte
aprendiz de brujo dice:
sin enredarte
aprendiz de brujo dice:
sin hacerte lìos...
aprendiz de brujo dice:
yo tengo vocaciòn por hacerme lios...
Lord of the Tormentos dice:
bueno pero ahi caes en
Lord of the Tormentos dice:
un conjunto de ensayos
Lord of the Tormentos dice:
claro que en la medida
Lord of the Tormentos dice:
que sean
Lord of the Tormentos dice:
que tengan relaciones irectas
Lord of the Tormentos dice:
cool n calm
Lord of the Tormentos dice:
oye has escuchado de esa enfermedad hipergrafia
aprendiz de brujo dice:
que es escribir sin freno?
aprendiz de brujo dice:
o tener la letra grande?
Lord of the Tormentos dice:
lo primero
aprendiz de brujo dice:
claro..
Lord of the Tormentos dice:
que escriben en todos lados, incluso en sus cuerpos
aprendiz de brujo dice:
lo segundo era broma
Lord of the Tormentos dice:
lo sospeche
aprendiz de brujo dice:
pasu
Lord of the Tormentos dice:
jodido
Lord of the Tormentos dice:
lo malo es que no va acompañado de talento
aprendiz de brujo dice:
lo sospeche
Lord of the Tormentos dice:
es un desorden
Lord of the Tormentos dice:
un desequilibrio
aprendiz de brujo dice:
claro
Lord of the Tormentos dice:
pensando en eso
Lord of the Tormentos dice:
fantasie que la gente que escribe
Lord of the Tormentos dice:
esos desadaptados
Lord of the Tormentos dice:
tienen algun desequlibrio
Lord of the Tormentos dice:
que intentan curar
Lord of the Tormentos dice:
una inseguridad vital…


aprendiz de brujo dice:
y de pronto parece que nos asustamos de teclear...
Lord of the Tormentos dice:
jajaajaj



Foto 1: 'Lord of the Tormentos' junto a un políptico de sopas Campbell de Warhol
Foto 2: Un cuadro de René Magritte
Foto 3: Portada de mi libro, editado en 2004 en solo 120 ejemplares.

domingo, abril 23, 2006

A tres años de la 'apertura' del Centro de Arte EGO en Lima


El que posteo ahora es un escrito hecho a pedido, para una publicación en España que se espera hace tiempo. Para quienes no lo conocen o no lo recuerdan, el Centro de Arte Ego es un proyecto emprendido por la artista española Carmen Cantón, el cual extendió sucursales en diferentes países desde el año 2003. Ego era un mueble blanco de gavetas que ocupaba así el Centro Cultural de España. Su prescencia entre nosotros es sin embargo, en la actualidad, la de una suerte de objeto dormido y devuelto provisionalmente a su condición de mueble, en la Casa-Museo José Carlos Mariátegui.
Esta memoria fue escrita antes de la polémica en torno al MAC y antes también de que Fernando de Szyszlo renunciara a la propuesta, inicialmente aceptada, para que dicho museo llevara su nombre.

Colección de Museos (modelos para armar)
Crónica sobre una intervención dentro del Centro de Arte Ego en Lima.


Desde los primeros días de abril hasta los primeros de mayo de 2003 tiene lugar en Lima la inauguración del Centro de Arte Ego, tomando provisionalmente las salas del Centro Cultural de España. En calidad de director, el crítico Jorge Villacorta hizo extensiva una invitación a siete jóvenes curadores, algunos de ellos apenas iniciados. Además del quien escribe, se encontraban allí Carlos León Xjiménez, José-Carlos Mariátegui, Manuel Munive, Maria Fé Nevares, Juan Peralta y Miguel Zegarra.
De este modo el Centro de Arte Ego se afirmaba como una plataforma alterna, con una política de apertura poco frecuente en el maniobrar de las instituciones culturales: La opción directiva trazada se proponía claramente dar las condiciones materiales mínimas que, desbordadas por el entusiasmo, eran capaces de recoger nuevos juicios y opiniones así como desplegarlos en propuestas, aprovechando para ello este soporte nómade y portátil, suficientemente capaz de emprender -con experiencias similares en otras ciudades, que de hecho se venían gestando- una expansión continental eruptiva.


Esta es ciertamente una característica que los museos o las instituciones formales raras veces establecen y a lo mejor radique también en ello su desacierto fundamental: "el arte es una cuestión de vivos", sentenciaba algunos años antes Villacorta, enfatizando la necesidad que la cultura tiene de establecer un diálogo permanente, principalmente entre personas de una misma generación[1].

No creo equivocarme al decir que para nosotros el Centro de Arte Ego sería una iniciativa de riesgo y al mismo tiempo de aliento, ya que, al acogernos, acogía un conjunto de enunciados nacientes sobre la institucionalidad cultural misma en nuestra capital, tornándose una suerte de crítica-acción creativa que nos permitió evaluar y pensar los propios sistemas que rigen la idea que se tiene de "evento cultural", tanto en relación al público como a los objetivos concretos que el arte tiene en su condición de puente de intercambio y comunicación.
Pero al mismo tiempo, nos permitió cuestionar los criterios formales de montaje y de presentación, ya que las propuestas sucesivas que cada uno de los curadores invitados diseñamos convirtieron el espacio en un Work in progress ininterrumpido, dinamizado por la múltiple carga de energías: además de las nuestras, la invalorable asistencia de Martha Zegarra, así como la de los artistas invitados a intervenir en Ego y los concurrentes anónimos activamente participantes.

La Colección de Museos (modelos para armar) fue el proyecto que presentara en esa oportunidad, inaugurado el 14 de abril. En la actualidad, podría pensar que al menos confluían en él dos motivaciones perfectamente complementarias:

La primera era la constatación de que este espacio era primordialmente un lugar de apertura y experimentación, en contraposición a la sedimentación en la que yacen las grandes moles de espacios de acopio del arte en Lima que llamamos museos: en su mayoría mausoleos inanimados -es decir, casi sin ánimas que los transiten- que, ya anquilosados por su propio peso (imposible de movilizar con los irrisorios presupuestos de Estado) o sostenidos en equilibrio precario a partir de iniciativas privadas que, si bien loables y hasta heroicas, no han establecido hasta la fecha un diálogo verdadero y llano con el público, al cual más bien parecen haberle dado la espalda, a veces demasiado literalmente[2].
La segunda, algo más fortuita, fue motivada a partir de una maqueta (o modelo para armar) del mueble Ego, que incluía uno de los libros editados por La Ruta del Sentido. De este modo me pareció que aquel objeto que se concebía a sí mismo como Centro de Arte, si bien enlucido, podía más bien producir una inversión de valores.


Esta Colección de Museos consistía en colocar en los estantes interiores y sobre la superficie superior del mueble, una serie de maquetas fabricadas a escala de los museos más representativos en Lima, realizadas a partir de fotografías tomadas desde fuera de sus arquitecturas y desde todos los ángulos posibles. Ego se volvía así una exhibición de pequeños volúmenes blancos que resultaban sin embargo fácilmente reconocibles, pero ya de ningún modo imponentes.
Los espacios escogidos no podían ser menos significativos: pensé que no podía dejar de incluir principalmente al Museo de Arte de Lima (Palacio construido por el arquitecto italiano Antonio Lombardi en 1872, con sus ventanas bíforas y su apariencia de pastel decorado en yeserías venecianas), ni al Museo de la Cultura Peruana (Construido por el arquitecto Ricardo Maiakowski en 1924 y considerado una fachada representativa del indigenismo filo-incaico en la arquitectura peruana y que parece pasar más tiempo cerrado que abierto por lo que la mayoría de personas que lo conocen, solo lo conocen por fuera). Pero también consideré pertinente incluir el Museo de Arte Italiano (Construido por el arquitecto Gaetano Moretti, en 1922, como un regalo del Gobierno Italiano al Perú con motivo de sus 100 años de Independencia y que se vuelve una suerte de objeto transplantado), el Museo Nacional de Arqueología y Antropología (Casona remodelada por Raúl María Pereira en 1924), el Museo de la Nación (Construido por la Cia. Miguel Cruchaga y asociados en 1972, inicialmente para que funcionara allí el Ministerio de Pesquería: un ejemplo del llamado brutalismo arquitectónico de la dictadura militar de esos años). Y, paradójicamente, infaltable: pensé también en el terreno entonces casi baldío destinado a la construcción del Museo de Arte Contemporáneo (entonces cercado y con un cartel que anunciaba su levantamiento). El MAC -así, en siglas- es el proyecto de museo que ha sabido mantenerse constante, al menos en intenciones, durante más de 40 años sin dar señales de vida ni fijar aún la fecha de su inauguración[3].


Las fotografías utilizadas para fabricar las maquetas fueron también colocadas en una suerte de collage descriptivo sobre los muros de la sala. Y adicionalmente, en este mismo espacio se creo un Taller de confecciones donde los asistentes podían libremente fabricar nuevas maquetas, algo más pequeñas, a partir de moldes impresos de cada uno de estos museos, ofrecidos para ser recortados, pegados y ensamblados siguiendo las instrucciones... de su propio antojo.
No solo se trataba de una invitación que promovía la innovación a partir del diseño original, sino incluso no restringía intervenciones de tipo textual o simplemente cromáticas. Por su lado, la irreverencia terminó desatándose más de lo que inicialmente podía haber previsto en estos casos, pero también por su parte el sentido de humor. Como siempre, en los mejores ejemplares propuestos, irreverencia y humor iban equitativamente aparejados en propuestas que como objetos lamento mucho no conservar: museos rosados, moteados, como alcancía, o incluso antropomorfisados o devenidos en cadenetas de arquitecturas abrazadas a otras articulando una suerte de serpiente bizarra.


Casi de la mano de esta libre (y en ocasiones efusiva) configuración de maquetas, un grupo de papeles y plumones forraban una pared invitando al público a trazar escritos o dibujos que hablaran o dieran sugerencias para lo que debería ser un museo ideal. La consigna era registrar y exhibir al mismo tiempo "los comentarios, descripciones, sueños acariciables (por todos) o proyectos trasnochados más extensos," a decir de la hoja de uso que redactara para los visitantes. La clave aquí, nuevamente era el humor, incluso el corrosivo. Aún conservo un escrito inicial anotado como ejemplo:

Un museo a tu medida:

1.- Nuestra institución cuenta con modernas, lujosas y espléndidas salas diseñadas por arquitectos de reconocido prestigio.
2.- Contamos además con la iluminación adecuada para la conservación de las obras, amplias escaleras y accesos a los ambientes de exhibición, una excelente ubicación con estacionamiento incluido, televisión con cable, baños con agua caliente, bar las veinticuatro horas, etc., etc.
3.- Exhibimos colecciones permanentes y perecibles.
4.- Nuestros administradores, directores y curadores profesionales (graduados en el extranjero, por supuesto) intercambian sus puestos y por supuestos entre sí, además de con los vigilantes y personal de mantenimiento, a fin de evitar el aburrimiento o la fatiga.
5.- Somos absolutamente autosuficientes: Cuando no hay fondo para adquisiciones producimos nuestras propias obras. Cuando no hay público nosotros mismos nos visitamos.

Así, todas estas construcciones resultantes (maquetas hechas como propuestas volumétrico-visuales) configurarían -de la mano de los comentarios y dibujos que los asistentes dejaron sobre los muros- una suerte de criba de deseos e ironías lúdicas, capaces sin embargo de develar opiniones o impresiones sobre la esfera museal, como parte de la institucionalidad artística en nuestro país.

El Taller de confecciones estuvo en funcionamiento, incluso cuando el mueble Ego requería abandonar el recinto para desarrollar otras propuestas como aquella noche en la que sirvió como mesa o soporte de ofrendas florales para la procesión del Vía Crusis del distrito de Breña en la Semana Santa (propuesta a cargo de Manuel Munive Maco como curador), o cuando se mudó temporalmente a la Casa-Museo José Carlos Mariátegui para servir de mesa de conferencias en la propuesta de José-Carlos Mariátegui Ezeta (nieto de nuestro gran Amauta) y ser el soporte (en el sentido literal, pero también en el sentido simbólico) de los conversatorios que con el nombre de F(l)oros, reunieron en charlas abiertas al público, a los curadores y al director involucrados en toda esta experiencia.

Esta Colección de Museos resulto, con el tiempo, una modalidad de la creación crítica aún despierta y abierta a la interacción dentro de mi trabajo como curador, y que procura irrumpir o integrarse a otras áreas como la investigación o la producción del guión conceptual de las exposiciones.
Por lo mismo, me parece otra forma de discurso -tan reflexivo, agudo y al mismo tiempo colectivo- que, sin la hegemonía de la escritura o la palabra, se inscribe como una de esas propuestas que logran lo que estas instituciones precisamente no han logrado en nuestro país: una participación activa del espectador plenamente inclusiva y, por tanto, una alternativa que, en mi opinión (y para utilizar una frase del nuestro artista mayor Juan Javier Salazar) resulta más memorable por que no esta hecha de la materialidad de la estética ni está regida por la vacuidad del canon, sino que permanece hecha de la materialidad de la vida.


Emilio Tarazona
Febrero de 2006.


[1] En: El Comercio. Lima: 24 de diciembre, 2000, p. C6. (Entrevista con José Gabriel Chueca).


[2] En los aproximadamente últimos seis años, el Museo de Arte de Lima ha clausurado las históricas puertas de acceso público de su fachada, que dan a una de las avenidas más importantes del Centro de Lima, para empezar a usar las puertas posteriores como puertas principales. Estas puertas miran hacia el amplio Parque de Lima, cercado por rejas y donde solo hay acceso en horarios restringidos.

[3] Paradójicamente en todos esos decenios, la ideas en cuanto a criterios de arte en quienes han promovido el proyecto desde un inicio y quienes se les han sumado en el camino, parecen haber perdido contemporaneidad. Recientemente se ha comentado que el nombre que se le dará ahora a ese museo, aún en construcción, es "Museo de Arte Contemporáneo Fernando de Szyszlo". Siendo más transparentemente consecuentes podrían haberlo llamado: "Museo de Arte contemporáneo (a nosotros)..."


Foto 1: Juan Peralta, Miguel Zegarra, Manuel Munive y alguien más, colocando el mueble 'Ego'
Foto 2: Mariafé Nevares en instalaci{on de material fotográfico sobre museos de Lima.
Foto 3: Maqueta del Museo de Arte Italiano
Foto 4: Cartel que anunciaba (en 2003 como ahora) al MAC en construcción
Foto 5: Modelos para armar de museos de Lima, fabricados libremente por los asistentes a la exhibición durante el tiempo que duró esta.

jueves, abril 20, 2006

Estrészzzzzz.....

Durante el último año he empezado a sumirme en una serie de compromisos y proyectos que en ocasiones parecen una marejada continua en la cual una agenda, antes nunca necesaria, se ha vuelto un conglomerado de actividades pendientes. Me resulta por momentos un reto desenvolverme en ellas con la atención y energía que merecen. Debo decirlo: hay en Lima muy pocos curadores todavía y la mente y el cuerpo tienen límites que estoy negociando a cada rato, sin realmente conocer. (¿Conocen la canción de los elefantes sobre la tela de araña?)...
Siendo sincero conmigo mismo, debo decir que no hay proyecto que emprenda en el que no me sienta motivado -hasta ahora- pero creo también oportuno dedicar una parte de mi tiempo a trabajar en el largo plazo y no solamente en lo inmediato. Quiero nuevamente tropezarme con los proyectos y las ideas también, descuidadamente, y que no simplemente me caigan encima por el camino. (Alguna vez fui joven y desordenado mentalmente también... Y ese fue un buen momento para descubrimientos...)
Una opción hasta ahora útil ha sido procurar enfoques desde un punto de vista que me entusiasme y sienta previamente como parte de mis propios métodos de lectura. Pero esos métodos no son aún estables y es también para mí una apuesta personal cuestionarlos, extenderlos o modificarlos de modo permanente. Creo en la solidez de las ideas, pero no creo que sirvan como cimientos para un edificio (que otros llamarían teoría o ideología). Las ideas deberían ser como puntos o núcleos sueltos, con los cuales uno pueda construir un número ilimitado de estructuras: solo así son útiles y se les percibe vivas.

Porsiacaso: esto que hago es para mí menos un trabajo en el sentido ‘profesional’ del término que una ‘vocación’ en el sentido afectivo. Haciendo memoria, creo que solo he trabajado de verdad (es decir: con un horario oficialmente estipulado y con un salario estable) durante un breve tiempo que no duró sino menos de un año. Durante ese tiempo, supe también –como si vinieran uno de la mano de la otra- lo que es la explotación. Nunca más, espero.

Aun cuando extenuado, aún cuando poco, puedo dormir tranquilo.

jueves, abril 13, 2006

Hablar de Eielson, una vez más…


Debo confesar que hablar de Jorge Eielson se me hace cada vez más difícil. Difícil decir algo con la sincera y entusiasta convicción que me animan, pero evitando al mismo tiempo caer en la loa fácil y vacía, que por azar o por destino se ha vuelto, en relación a él, un lugar común. Difícil también porque, a mi parecer, si bien los dos extremos de sus facetas creativas, que son su creación ‘exclusivamente’ literaria y su obra ‘exclusivamente’ plástico-visual, me resultan indesligables (además de comunicadas intencionalmente por él con una gran cantidad de puntos creativos intermedios), la apreciación o estima de ambas en nuestro país no ha contribuido a hacer visible esa unidad. Me refiero a que su reconocimiento como poeta (de versos) fue un suceso bastante temprano entre nosotros, pero su reconocimiento como artista (visual), de haberse producido unos años después, hubiera resultado póstumo.

En cierto aspecto, esta recepción desigual ha contribuido a definir la imagen que tenemos de él y de su obra, con todas sus ambigüedades y sus problemas: el hecho de ser visto como un joven virtuoso de la palabra y del ritmo magistral de las mismas, dificultó la asimilación de ese ingenio y virtuosismo tan distinto que despliega en sus versos minimalistas o su, digamos, acercamiento a la ‘poesía concreta’. Un ejemplo: cuando apareció su antología de poemas Poesía escrita en 1976, muchos pensaron que un mito literario se erigía y se derrumbaba a sí mismo varias veces en una sola compilación, para terminar cerrando para siempre la puerta a la literatura. Quizá eran estas las secuelas de una estima sobredimensionada que miraba todavía con cuasi-devoción la audaz elegancia de su poesía primera y hasta segunda, y que sentían que el propio autor, antes que cualquier otro, terminaba con sus últimos experimentos verbales de 1960, echándolas al olvido, rescatándolas solo como meros documentos que parecían entonces dar cuenta de una renuncia definitiva a la literatura (lo cual no era nada cierto, pero al menos así quiso entonces Eielson dejar entrever)[1].

[¿Porqué habría querido así dejarlo entrever?...
Quizá porque le interesaba centrar la atención de sus ‘lectores’ en otros aspectos de su creación].

Muy por el contrario, la recepción tardía de su obra plástica en el Perú, ha venido solo recientemente a darnos la sorpresa de que teníamos a un excepcional artista nacido en Lima y que iba de la mano con las más audaces tendencias de la vanguardia europea de los años Sesenta y Setenta: Solo ahora, con el auge de las instalaciones, el arte de acción y el arte conceptual, su trabajo nos transmite con claridad un aire de contemporaneidad mucho mayor al de cualquiera de sus coetáneos en el arte nacional.

Este hecho resulta una contrariedad porque, a pesar de que su obra plástica se ha desarrollado prácticamente toda fuera del país, en términos generales resulta más próxima, más entrañable a este en sus temas y en sus referentes que la mayor parte de su poesía, escrita en el exilio.

No quiero decir que Eielson arrastró en su obra plástica una imagen dolorosa del Perú sino, hasta cierto punto nostálgica en un inicio, y luego gozosa. La presencia de su patria (en sus ‘paisajes’ de la costa o en su acercamiento al arte prehispánico) no resulta en ningún modo una apuesta por el nacionalismo (término tan impreciso y polémico en nuestros días): Eielson ha sido el artista peruano que ha llevado ese ancestralismo a su forma y sentido más universales.


[El día de hoy Eielson hubiera cumplido 82 años. Este texto continuará...]
Fotografía 1: Eielson en Lima, 1967.
Fotografía 2: S/T. (2004) nudo estampado. 14 x 13 x 10 cm (aprox). Colección particular, Lima.

[1] Entonces Eielson ya había escrito otros poemarios desde 1965, e incluso un conjunto como Noche oscura del cuerpo (de 1955), dejado de lado en esa compilación por el hecho quizá de sentirlo todavía inacabado.

Apertura y advertencia al lector

Este es un espacio destinado a mis divagaciones. No habrán aquí ni ideas ni opiniones conclusivas: todas serán bosquejos e intuiciones que se construyen sobre las situaciones o sobre las ideas u opiniones de los demás. Decir eso quizás sea pertinente ahora, para empezar, ya que me anticipo a cualquier intento de referirse a estos escritos, de aquí en adelante, como ‘afirmaciones mías’ en el sentido positivo del término. El desvelo y la premura que me lanzan a la computadora, sumados a un sentido seudo crítico o analítico de las cosas, son una manera más de hacerme a mí mismo compañía (incluyendo en mi cabeza la presencia virtual de los demás). No se gasten en tomarse las palabras más en serio de lo necesario.